Mercurio Editorial

Las Palmas, Van der Does y la política internacional filipina a fines del quinientos

Pedro C. Quintana Andrés. Historia. 1 Edición. 2015. cartoné. 15x21 cm. 124 p. ISBN: 978-84-944454-5-3

En el tránsito del Quinientos al Seiscientos la ciudad de Las Palmas experimentó una gradual transformación en el papel que desempeñaba dentro de la economía y jerarquía regional hasta ese momento. En esa fase temporal, tras la crisis de las exportaciones azucareras que tanto habían beneficiado al grupo de poder insular, la ciudad vio mermado su predominio como núcleo central regional en favor de otras urbes como La Laguna, Garachico, Puerto de la Cruz o Santa Cruz de La Palma. En los citados núcleos, en otros cabeceros de comarcas agrícolas y diversas áreas del Archipiélago –centro-norte de Lanzarote, suroeste de Tenerife- se registró un progresivo auge económico y poblacional debido a la extensión de los cultivos de abastecimiento al mercado interno o regional (cereales, millo, frutas), cuya producción se verá fomentada gracias a la demanda y al interés de los medianos-grandes propietarios de tierras en lograr considerables ingresos. A su vez, el cultivo de la vid –importante ya desde inicios del Quinientos en comarcas como Telde- fue ocupando un amplio espacio en las tierras de labor de las islas, aunque las cepas de mayor calidad se ubicaron en el norte de Tenerife y en La Palma. A partir del último tercio del Quinientos las exportaciones de vino canario hacia América y Europa, particularmente a Inglaterra, supondrán un factor de dinamismo económico para las zonas productivas de mayor calidad. En el Seiscientos la producción agraria en Gran Canaria, en general, ya no se volcará en alimentar a parte de sus habitantes para que generaran productos de exportación –azúcar- o al sector terciario –comercio, finanzas-, sino que ésta se dirigirá al mercado insular y regional.
En la fase pretérita, cuando las exportaciones azucareras, el mercado de esclavos o las empresas financieras eran los elementos básicos de la riqueza del capital circulante en Las Palmas esta renta eminentemente comercial logró con sus ganancias sostener un considerable desarrollo urbano, la atracción de una nutrida mano de obra, la captación de numerosas funciones urbanas o el asentamiento de instituciones de alto-medio rango con jurisdicción en todo el Archipiélago, caso de la Real Audiencia, el Tribunal del Santo Oficio o la sede del Obispado. En la siguiente centuria las peculiaridades del capital registrado en la isla y, sobre todo, en su capital cambian al predominar el obtenido de las rentas agrarias –generadas en Gran Canaria o en el resto del Archipiélago, las últimas al ser captadas a través del diezmo regional-, además de registrarse un creciente interés del grupo de poder en la acumulación de propiedades rústicas para asegurar sus ingresos y la existencia de un considerable capital -circulante o fijo- registrado en las áreas no urbanas. Todo ello determinó y coadyuvó a acelerar la rápida asunción por la ciudad de su nuevo rol de redistribuidora de la riqueza originada en su exterior –tal como se ha especificado en el caso de las rentas percibidas por el poder eclesiástico- en detrimento de su situación jerarquía dentro del sistema productivo.

Índice
INTRODUCCIÓN, 9
1. LAS PALMAS EN EL QUINIENTOS, 21
1.1. La ciudad: la urbe y su hinterland , 22
1.2. La estructura urbana en el Archipiélago
durante el siglo XVI, 28
2. LA POLÍTICA INTERNACIONAL CASTELLANA
Y CANARIAS A FINES DEL SIGLO XVI, 41
2.1. La armada holandesa en Las Palmas, 47
3. EL ATAQUE NEERLANDÉS Y SU
IMPRONTA EN GRAN CANARIA, 57
3.1. La ciudad tras la batalla, 66
CONCLUSIONES, 83
APÉNDICE DOCUMENTAL, 87

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